lunes, 29 de septiembre de 2014

8. CAPÍTULO 2 - NO SOLO HAY QUE PARECER DEMOCRÁTICOS, SINO HAY QUE SERLO - Pedagogía y poder

En el capítulo 2, María acaso reflexiona sobre los usos del poder en los actos pedagógicos y cómo tienen que cambiar éstos modos de hacer.

Destaca que los profesores son los que tienen el poder y lo que deberían hacer es que los alumnos logren tenerlo al igual que ellos, es decir, que puedan cambiar el mobiliario de las clases al gusto de todos los alumnos, que puedan utilizar el ordenador o el móvil cuando lo consideren oportuno, que en el aula esté permitido comer, etc., ya que de ésta manera se produce un mejor aprendizaje y por supuesto una mejor enseñanza, ya que los alumnos se sentirán más protagonistas, libres y estarán más motivados viviendo cambios en la constante Educación sin mejoras y tan monótona.


La rEdUvolution intenta distribuir el poder de la forma más democrática posible mediante la supresión de jerarquías, demostrando la posición de igualdad entre dos figuras que en el paradigma anterior aparecen como antagónicas de tal manera que si la organización del aula del siglo XIX representaba de forma simbólica la división entre el experto y los ignorante, el aula del siglo XXI debe representar la disolución de roles a través de la idea de comunidad.


También habla del movimiento “Edupunk”, es decir, definir la forma de trabajar como edupunk, o sea, adentrarse en la incertidumbre de una metodología sin certezas, renegando de poder absoluto en el aula y de se está convencido de que el conocimiento se genera en la red.




A continuación muestro el relatograma realizado en clase sobre el capítulo dos "No sólo  hay que parecer democráticos, sino hay que serlo", del libro rEDUvolution de María Acaso.




En mi opinión, los profesores tienen que darse cuenta de que son uno de los pilares de las clases, las fuentes del conocimiento, pero no por ello tienen que tener ellos todo el poder, sino que deberían de concienciarse y ayudar a que sus alumnos lo consigan al igual que ellos. 
Aunque se crea así, que las mesas y sillas de las clases estén en fila, que no se pueda comer, que todo lo diga el profesor, que los alumnos lo copien literalmente etc. no ayuda a la enseñanza-aprendizaje, ya que es preferible que el mobiliario de vez en cuando se cambie, que esté a gusto de profesor pero también de sus alumnos, que en ocasiones puedan hacer uso de teléfonos móviles, ordenadores...para realizar las actividades que el profesor propone, incluso que puedan comer dentro del aula cuando tengan hambre. Todo ésto favorece el proceso enseñanza-aprendizaje, y gracias a nuestro profesor podemos decirlo habiéndolo vivido.

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